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Cuidar la reputación en internet, el mejor currículum en la era digital

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Internet es la primera fuente de información que consultan la mayor parte de las personas en busca de un puesto de trabajo. También es el primer lugar al que acuden los reclutadores de personal para seleccionar los perfiles profesionales y personales que encajan con las necesidades de sus empresas. Los portales de empleo son uno de los servicios que utilizan para este fin. Pero no el único. Ni siquiera el más relevante.

Según el I Informe Infoempleo sobre Redes Sociales y Mercado de Trabajo en España, realizado en colaboración con la compañía de recursos humanos Adecco y publicado en julio de 2012, el 80% de los responsables de selección reconoce haber consultado la actividad en las plataformas sociales de aquellos a quienes han de entrevistar. Para los ‘headhunters’ (cazatalentos), expertos en selección de personal para cargos de medio y alto rango, internet es también un canal prioritario para construir y gestionar la red de contactos de la que extraen los candidatos a los procesos de selección de personal que les encargan sus clientes.

En la era de la sociabilidad online, las personas que buscan nuevas oportunidades de trabajo se encuentran ante la necesidad de plantearse qué imagen de sí mismos transmiten a través de la red, independientemente de cuál sea su ámbito laboral o perfil profesional. La suma de todos los mensajes que se emiten sobre nosotros en internet conforma lo que se conoce como reputación digital. Como señala Javier Leiva, autor del libro Gestión de la reputación online: crea fácilmente tu estrategia de presencia en la Red (Editorial UOC), tan importantes son los contenidos que una persona publica en internet como los mensajes referentes a ella que emiten otros.

La gestión de nuestra identidad digital

En este contexto, cabe preguntarse si no tener presencia en la red es una opción apropiada. Aunque legítimo, probablemente no resulte pertinente para alguien que quiere acceder al mercado laboral (o cambiar de puesto de trabajo) pasar completamente desapercibido en un escaneo digital. Ser invisible en internet también puede decir mucho sobre una persona.

En el caso de las personas ocupadas, lo contrario también puede ser contraproducente. Ser demasiado activo, o no medir los mensajes que se emiten a través de las redes sociales, puede ser causa de despido. En los últimos meses se han producido algunos casos sonados: el cese del director adjunto del alto comisionado del gobierno para la Marca España, Juan Carlos Gafo, por insultar a los catalanes a través de su cuenta en Twitter; o la enésima metedura de pata de un clásico en estas lides, el diputado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Toni Cantó, quien se mofó de la dicción de Mariano Rajoy en un tuit.

Los contenidos que publicamos en la red ofrecen una imagen pública de quiénes somos. Quienes reciben estos inputs se forman una idea de nuestro carácter sobre la base de estos mensajes. Entre ellos, los responsables de recursos humanos que bucean por la red en busca de información adicional sobre las personas que aspiran a formar parte de un proceso de selección de empleo.

Un buen modo para conocer cuál es la identidad digital que proyectamos consiste en practicar el ‘egosurfing‘. La idea puede resultar algo narcisista, pero conviene asegurarse que la información pública sobre uno mismo que aparece en intenet no sea potencialmente perjudicial para nuestro futuro laboral. Un estudio reciente demuestra que los internautas con mayores ingresos y estudios son los que más se preocupan por controlar su rastro en la red. El motivo es que estas personas habitualmente desempeñan tareas y funciones que requieren una cierta monitorización de su reputación en línea.

Adicionalmente, la búsqueda social cada vez está más extendida. Primero fue Google, que desde haces meses muestra fotografías y otros contenidos personales en los resultados de su buscador; y más recientemente Facebook, que acaba de lanzar Graph Search, un motor interno de búsqueda. Estas herramientas nos hacen más vulnerables, pues nos obligan a ser cuidadosos con el rastro que dejamos en plataformas donde a menudo nos relacionamos de un modo informal. Configurar la privacidad de estos sitios de un modo seguro para nuestros intereses es fundamental.

La batalla por el mercado oculto también se libra en internet

En cualquier caso, la percepción del rol que juega internet en los procesos de búsqueda de empleo tiende a sobredimensionarse. Según un estudio (pdf) dado a conocer en julio por Lee Hecht Harrison, la consultora de recolocación y Gestión del Talento del Grupo Adecco, el 80% de las ofertas de empleo no llega a conocerse en el mercado de trabajo.

En este mercado oculto de empleo, las vacantes se cubren gracias a vías de reclutamiento internas de las compañías o de los propios encargados de la selección de personal. Se recurre a profesionales de la competencia, intermediarios, cazatalentos o referencias de personas de confianza. Según el grupo de expertos de Adecco, los motivos que hacen que las ofertas de trabajo estén ocultan tienen que ver con la estrategia empresarial de las compañías.

En algunos sectores, como el farmaceútico, se tiene mucho en cuenta la confidencialidad sobre nuevos proyectos o productos, lo que motiva que se escojan candidatos referenciados por el círculo de confianza de los reclutadores. Algo parecido ocurre con otro de los sectores que más ofertas genera, el de la banca, que por el tipo de información que maneja sobre entidades y particulares también recurre a este mercado oculto en busca de gente de confianza. En estos casos, criterios tradicionalmente muy valorados como un currículum impecable o una amplia experiencia no son tan importantes como el aval de una persona de total solvencia para los encargados del proceso de selección.

La importancia del networking

Este ecosistema sugiere la necesidad de dedicar más tiempo y esfuerzo que nunca al networking. Para conseguir trabajo hoy en día es básico ser proactivo. Internet nos proporciona muchas herramientas útiles para construir nuestra propia red de contactos profesionales. La más recurrida es la red social LinkedIn, la plataforma profesional más grande del mundo con más de 225 millones de usuarios a nivel global. LinkedIn es el canal ideal para fomentar las relaciones profesionales y crear las sinergias adecuadas para acceder a nuevas oportunidades. Permite compartir nuestro perfil personal y vida laboral con una extensa comunidad específicamente intesada en intercambiar información, ideas y ofertas sobre el mercado de trabajo.

Crear una estructura sólida de contactos en LinkedIn y otras redes sociales como Twitter e incluso Facebook es un primer paso para trabajar con eficacia el networking. Más importante si cabe es utilizar estas plataformas para llamar la atención de aquellas personas que previamente hayamos identificado como posibles generadores de oportunidades. Para ello será necesario aportar valor a la comunidad. No basta con publicar un currículum online. Las relaciones de networking se establecen sobre la base de un acuerdo de mútuo aprovechamiento. Si no somos capaces de transmitir información interesante a través de estas redes de contacto nuestra presencia en la red es vacua. Cuidar de nuestra reputación digital en estas redes profesionales (obtener recomendaciones, participar en los foros de debate sobre nuestra especialidad, compatir noticias relevantes, etc.) puede ser determinante para acceder a más y mejores ofertas.

Por otra parte, para crear un clima de empatía y obtener ‘feedback’ con nuestros contactos profesionales es necesario moverse más allá de internet: asistir a eventos, charlas, ferias y congresos en los que participen. Esto es especialmente importante en el caso de los nuevos perfiles profesionales derivados de la economía digital. A pesar de la precaria situación del mercado de trabajo en España, las compañías del sector de las nuevas tecnologías y las grandes y medianas compañías de comercio electrónico tienen graves problemas para identificar el talento en algunas especialidades, como por ejemplo el marketing online. Lograr nuevos contactos, dentro y fuera de la red, multiplica nuestras opciones de acceder a ofertas de trabajo que, en muchos casos, no llegan a hacerse públicas por los canales tradicionales ni en los portales web de empleo.

Via: lavanguardia.com

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Avances en publicidad: del pago por clic al pago por mirada

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Según Phys.org Google estaría preparando un sistema con el que sabría cuándo alguien mira un anuncio en Internet o en el MundoReal™

Sería algo parecido al actual modelo publicitario de «pago por clic» en el que el anunciante paga cuando alguien pulsa en un banner, pero en este caso contaría cada vez que alguien lo mira.

«Hasta la fecha, según la patente, el seguimiento ocular se limita prácticamente a investigación sobre el comportamiento [por ejemplo, de los usuarios que utilizan un sitio web] porque es fiable pero también es poco discreto y muy costoso. Un método similar pero que sea discreto y poco costoso puede tener numerosas aplicaciones diarias.»

La utilidad para Google sería cobrar a sus anunciantes según el número de veces que un anuncio es visto por personas que utilizan dispositivos como las gafas Google Glass, sean anuncios online u offline. La patente de Google hace referencia a un sistema de publicidad de «pago por mirada».

Via: Microsiervos

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Los 200 factores que determinan la posición en Google

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Via:  BackLinko.com

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Descubriendo el nuevo Google Maps

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Por qué los blogs no van a desaparecer

Por qué los blogs no van a desaparecer

Renombrados personajes de Internet predicen cada tanto qué ocurrirá con la web en un corto plazo. Muchas apreciaciones son acertadas y vale la pena tenerlas en cuenta. Sin embargo, y en forma constante, lo que despierta la alarma o la curiosidad de quienes seguimos de cerca estos temas es cuando se decreta la muerte de algún tipo de plataforma o de servicio por Internet.

Con los cambios en el algoritmo de Google, especialmente el Penguin y el Panda, se sentenció la muerte del SEO, es decir, de las optimizaciones en sitios web para que posicionen lo más alto en los resultados de búsqueda de los buscadores. Hoy en día, la optimización para conseguir posicionamiento orgánico sigue siendo tan importante como hace un año atrás. También ocurrió con las publicidades del tipo de AdSense, por las que se salió a decir que el eMail Marketing se encontraba en coma. Últimamente, y a partir de un estudio de la La Pew International and American Life Project, que arrojó información muy negativa para los blogs, muchos “Gurúes de Internet” sentenciaron de muerte a los blogs. Aquellos baluartes de la libre expresión online, dueños de la idea de que cualquiera puede tener una página y subir lo que quiera en cualquier momento. Aclamados por teóricos y primer hogar de muchos sitios que hoy tienen fama y reputación mundial se ven amenazados por nuevas profecías en base a un par de datos estadísticos.

El estudio en cuestión, llamado “Generations Online” muestra que el correo electrónico es usado por casi todos los usuarios de Internet pero el descenso del número de blogueros es muy significativo. En 2006 el 25% de los jóvenes en los Estados Unidos tenía su blog. Seis años después, sólo el 14% tiene uno de estos sitios. Las personas de entre 18 y 33 años se volcaron a Twitter y Facebook. El único grupo que aumentó la cantidad de blogs es el de la franja de 34 a 46 años, que subió de un 10 a un 16 por ciento. Cabe destacar que el 11% de los usuarios de Internet estadounidenses entre 46 y 64 años tienen un blog.

El e-mail es usado por el 73% de los jóvenes pero para comunicaciones formales o para ponerse en contacto con adultos. Es que los más chicos ya optan directamente por las redes sociales. Como dato curioso, el informe arroja que el 16% de los usuarios estadounidenses de Internet mayores de 74 tiene un perfil en alguna red social.

¿Por qué los blogs pierden popularidad, cuando hace algunos años su éxito era incuestionable?

La explicación puede estar sostenida en varios pilares.

El auge de las Redes Sociales: Publicar un blog en una comunidad en la que no están nuestros conocidos ya no tiene sentido. Es más fácil y directo llegar a una audiencia al compartir en Facebook. Aunque las notas de esta red social no son tan comunes siempre son una opción. Si comparamos las opciones que ofrece un post tradicional a una nota en Facebook, la primera gana con amplitud debido a todo lo que se puede configurar e integrar. Las redes sociales pueden ser utilizadas como una herramienta para compartir lo que se escribe en un blog.

Aspecto audiovisual: Con la integración de cualquier dispositivo multimedia y la facilidad de configuración de estos elementos que pueden insertarse en una entrada, el texto plano ya no llama la atención del visitante. Para captarlo, hay que involucrar la mayor cantidad de elementos, sin perder de foco la estética y la utilidad. A veces un video, sobra, cuando no explica nada y abruma al usuario. Las infografías demuestran, estadísticamente, ser el contenido interactivo más consultado cuando aparece una en un sitio web.

Contenido:
Un contenido corto, conciso y claro se consume con poco tiempo y es mucho más efectivo. Esto explica en parte el apogeo de Twitter y otras plataformas de microblogging.

No se puede asegurar la muerte de los blogs. Se calcula en el mundo que hay 152 millones de blogs. Sin embargo la creación de nuevos blogs comenzó a desacelerarse. En 2007 se duplicaba la cantidad de páginas de este tipo cada seis meses. Hoy crece su número muy marginalmente.

Los blogs no morirán, están cambiando su función. Son el centro, el corazón de una idea, de un contenido publicado y más producido de lo que puede quedar en una entrada de Facebook o de un Twitt. Lo que sí, sin compartirse en redes sociales, su utilidad queda caduca. Su sentencia de muerte es prematura, sí habrá una menor cantidad de nuevos blogs de las que estamos acostumbrados, pero el eje de su utilidad y la forma en la que se usa se corrió. Perdieron popularidad, pero ganaron en utilidad. Ya no importa tanto quienes comentaron una entrada, sino cuantos me gusta tiene ese enlace en Facebook y cuantas veces fue twitteado o compartido. Hasta dónde llegó ese post ya es completamente medible y mesurable. Todo cambia y se transforma, también en Internet.

Via:  Diario Popular

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