La llegada del PlayBook, la tableta de BlackBerry, en Estados Unidos no ha sido tan exitosa como se esperaba, ya que distintos expertos que ya han podido acceder a ella para probarla aseguran que carecede aplicaciones esenciales y programas de mensajería, bloc de notas o calendarios sólo pueden utilizarse cuando se sincroniza la tableta con un teléfono BlackBerry. Además, si la sincronización se pierde, los datos de la tableta desaparecen.
Jim Balsillie, directivo de la compañía, ha reaccionado ante estas críticas afirmando que es injusto que se criticara, de forma unánime, la ausencia de un servicio de correo o agenda, ya que se puede disfrutar de ello si sincroniza con el teléfono. Según declaró Balsillie, hay que tener en cuenta que existen 60 millones de usuarios de BlackBerry y muchos de ellos quieren una extensión segura de su teléfono. Una apuesta por convertir esta tableta en un accesorio para los móviles que no ha tenido muy buena acogida y que provocó que el pasado jueves las acciones de RIM cayeran un 1,66% en Nasdaq, informa El País.
Mientras en The Wall Street Journal, Walt Mossberg animaba a sus lectores a esperar a que aparecieran nuevas versiones de la tableta que utilizar de forma independiente, David Pogue, en The New York Times, afirmaba que, a pesar de que la tableta es práctica, rápida y tiene un buen diseño, está “inacabada”, por lo que considera ridículo evaluarla y, más aún, comprarla. Aunque Pogue también añadía que no revisará todas las tabletas que podrían lelgar al mercado este año: “estamos en abril y ya sufro de fatiga de tableta. No analizaré la Electrolux tableta, la Polaroid tableta, la Sunoco tableta, la Kellogg tableta..”. (…)
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