Facebook ha logrado convertirse en una asombrosa plataforma de publicidad y venta de productos virtuales gracias a sus cientos de millones de usuarios. Pero, ¿están esos usuarios tan dispuestos a comprar como lo están a compartir? Y es que, aunque Facebook ya es una herramienta publicitaria generalizada entre los anunciantes, su desarrollo como plataforma de comercio electrónico todavía está dando sus primeros pasos.
Hasta ahora, el principal uso del e-commerce en Facebook se ha limitado a redirigir el tráfico alas páginas web de las marcas a través de anuncios, o con la publicación de ofertas o del lanzamiento de nuevos productos. Además, son muchas las tiendas que han insertado botones “me gusta” para crear links de forma automática en Facebook. Que han creado encuestas sobre los productos con herramientas como Power Reviews o han integrado sistemas para integrar los datos de Facebook en sus páginas y así mostrar, por ejemplo, que es el cumpleaños de algún amigo y que pueden comprarle un regalo.
Pero hay iniciativas que han decidido llevar todo esto más allá, como 8thBridge o Payvment, que permiten a las compañías vender directamente sus productos en Facebook. Además, las empresas cada vez se sienten más cómodas con este sistema de venta directo desde Facebook. El problema es que, según un estudio de Forrester Research, Facebook funciona mejor para los pequeños vendedores, los productos muy específicos o los productos con grandes descuentos. En cambio, son muchos los vendedores que no pueden sacar un gran provecho a las ventas online a través de Facebook, sobretodo para las grandes compañías, para las que la red social funciona mucho mejor para el branding que para realizar ventas. (…)
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